El Torito venció 1 a 0 a Colegiales por la fecha 18 de la Primera Nacional, cortó una racha de cinco partidos sin ganar y salió momentáneamente de la zona de descenso.

Después de cinco fechas sin conocer la victoria, Alvarado se reencontró con los tres puntos este domingo al derrotar por 1 a 0 a Colegiales en el estadio José María Minella, por la 18ª jornada del Grupo A de la Primera Nacional. El único gol del partido lo marcó Tomás Bolzicco a los 12 minutos del primer tiempo.

El equipo marplatense, dirigido por Sergio Vázquez, mostró un buen inicio y logró imponer condiciones en los primeros 20 minutos. El tanto de Bolzicco llegó tras una buena jugada por izquierda de Aleo, quien volvió tras una suspensión y envió un centro bajo que el delantero definió con lo justo en el primer palo.

Esa ráfaga inicial fue suficiente para marcar diferencias ante un rival directo en la lucha por la permanencia. A partir de ahí, Alvarado fue cediendo la iniciativa y replegándose, mientras que Colegiales intentó sin claridad. La solidez de Silva e Irazoque en el fondo fue clave para sostener el resultado.

En el complemento, Colegiales se quedó con diez por la expulsión de Federico Marín, quien cometió una dura infracción sobre Enzo Martínez apenas iniciada la segunda mitad. Sin embargo, esa ventaja numérica no se tradujo en dominio. El visitante incluso tuvo un par de situaciones peligrosas para igualar el marcador, bien resueltas por el arquero Gómez Riga.

Alvarado también pudo haber ampliado la diferencia, pero le faltó eficacia: Becker tuvo una clara que tapó Di Fulvio y luego Miori -ingresado en el segundo tiempo- generó dos chances más que no terminaron en gol.

El equipo marplatense terminó sufriendo, pero resistió hasta el final y pudo celebrar su tercer triunfo en lo que va del año. Con este resultado, llegó a 16 puntos y, aunque se mantiene en el anteúltimo lugar de la tabla, superó a Arsenal por cuatro unidades y salió de la zona de descenso por diferencia de gol.

Una victoria fundamental para tomar impulso y recuperar la confianza en un torneo que no da respiro.