El piloto argentino completó una exigente carrera en el Gran Premio de Emilia-Romaña tras un fuerte accidente en la clasificación. Agradeció a su equipo por reconstruir el monoplaza y ya piensa en el próximo desafío: Mónaco.



Franco Colapinto volvió a decir presente en la Fórmula 1. Esta vez, lo hizo como piloto oficial del equipo Alpine en el Gran Premio de Imola, donde finalizó en la 16° posición en una carrera dominada por Max Verstappen (Red Bull), seguido por los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri.

El pilarense inició la jornada con un mensaje de agradecimiento a su equipo técnico por haber reconstruido el auto tras el fuerte choque sufrido durante la clasificación. En la largada, Colapinto perdió posiciones frente a Nico Hulkenberg (Sauber) y Esteban Ocon (Haas), aunque este último debió abandonar en la primera vuelta.

A lo largo de la competencia, el argentino mostró constancia y buena recuperación. En la vuelta 9, un pequeño error en la curva de Rivazza lo llevó a la leca, pero logró controlar el auto y mantenerse en carrera. En el giro 17 llegó a escalar hasta el 8° puesto gracias a las paradas de sus rivales, aunque luego volvió al fondo tras su ingreso a boxes.

Ya en la segunda mitad, superó a Ocon tras un auto de seguridad virtual y se ubicó momentáneamente 15°, delante de su compañero Pierre Gasly. Sin embargo, por órdenes de equipo, debió cederle su lugar al francés diez vueltas más tarde. Una nueva entrada a boxes, coincidiendo con un Safety Car por problemas en el Mercedes de Kimi Antonelli, lo dejó finalmente en el 16° lugar.

“La idea hoy era terminar. Fue una carrera complicada desde donde largamos”, declaró Colapinto tras la competencia. Sobre la estrategia, agregó: “Probamos algo distinto. Después paré y justo entró el VSC, me cagó un poco la vida, una lástima”.

La próxima cita del calendario será el Gran Premio de Mónaco, donde Colapinto buscará seguir sumando experiencia y demostrar su potencial en el exigente mundo de la Fórmula 1.