En una emotiva ceremonia que reunió a cientos de miles de personas y a líderes de todo el mundo, el Papa Francisco fue despedido este sábado y sepultado en la basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo sus últimos deseos de un adiós sencillo pero digno.

El Papa Francisco fue sepultado este sábado en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma. No había pasado ni una semana desde que ofició su última misa de Pascua y se despidió de los fieles con sus últimas fuerzas en el Vaticano. Su partida deja un recuerdo intenso entre millones de personas alrededor del mundo.

Al menos 200.000 personas, según informó el Vaticano, pasaron la noche en vela para despedir al pontífice en una multitudinaria ceremonia que comenzó en la plaza de San Pedro y culminó en Santa María la Mayor. A lo largo del recorrido por la ciudad, desde el Vaticano hasta la basílica, las autoridades estiman que unas 150.000 personas se congregaron para darle el último adiós, según informó el propio Vaticano a través de sus redes sociales.

Entre los asistentes se encontraban decenas de líderes internacionales: Donald Trump, Emmanuel Macron, Volodímir Zelensky, los reyes de España -Felipe VI y Letizia- encabezando la delegación española, Javier Milei, presidente de Argentina, y las autoridades italianas Sergio Mattarella y Giorgia Meloni, entre otros.

Durante la misa, el cardenal Battista Re evocó la misión pastoral de Francisco, quien veía a la Iglesia como un “hospital de campaña”, siempre junto a los que más sufrían. Frente a la “cultura del descarte”, el papa impulsó la cultura de la fraternidad y la misericordia, recordando que “ninguno se salva solo”.

Sus palabras y el recuerdo de la incansable lucha de Jorge Bergoglio por la paz arrancaron sentidos aplausos de la multitud, que acompañó toda la ceremonia en respetuoso silencio bajo el sol romano.

Cumpliendo sus últimos deseos de ser despedido “con dignidad, pero como todos los cristianos”, el cortejo fúnebre atravesó los muros del Vaticano y recorrió el corazón de Roma hasta llegar a su destino final en Santa María la Mayor.

Foto: Vatican Media