El pontífice argentino, de 88 años, sorprendió a los asistentes al presentarse en la Plaza de San Pedro durante una misa especial, marcando su primera aparición pública en el Vaticano desde su reciente hospitalización.

El domingo 6 de abril de 2025, el papa Francisco hizo una aparición inesperada en la Plaza de San Pedro durante una misa jubilar dedicada a los enfermos y al personal sanitario. Esta fue su primera presencia pública en el Vaticano desde que fue dado de alta del Hospital Gemelli el 23 de marzo, tras una neumonía grave que lo mantuvo internado durante cinco semanas.

El pontífice saludó a la multitud mientras era llevado al frente del altar en la plaza. "Buen domingo a todos", expresó Francisco, asegurándose de que el micrófono funcionara correctamente antes de añadir: "Muchas gracias". Su voz sonó más fuerte en comparación con su salida del hospital, indicando signos de recuperación.

Durante la homilía, leída por el arzobispo Rino Fisichella, el papa compartió su experiencia con la enfermedad: "En este momento de mi vida comparto mucho: la experiencia de la enfermedad, el sentirme débil, depender de los demás para muchas cosas, necesitar apoyo". Además, instó a no excluir a los frágiles de la sociedad y a convertir el sufrimiento en una oportunidad para crecer juntos y cultivar la esperanza.

En su bendición dominical, Francisco también expresó su gratitud hacia los profesionales de la salud: "Ofrecemos oraciones por los médicos, enfermeros y personal sanitario, que no siempre reciben ayuda para trabajar en condiciones inadecuadas, a veces víctimas de agresiones. Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada".

Aunque el papa continúa con fisioterapia y tratamiento para una infección pulmonar persistente, su reaparición ha sido recibida con esperanza y alegría por los fieles, quienes ven en su recuperación un símbolo de fortaleza y resiliencia.