Este martes, en un Monumental colmado de hinchas, River Plate enfrentó a Atlético Mineiro con la difícil misión de revertir el inesperado 3-0 sufrido en Belo Horizonte. Aunque el equipo de Marcelo Gallardo mostró carácter y mereció más, solo logró un empate 0-0 que marcó su despedida en las semifinales de la Copa Libertadores 2024.

Durante el desarrollo del partido, River propuso y dominó ampliamente, pero se encontró con una noche inspirada del arquero Éverson, quien frustró repetidamente los intentos millonarios. Aunque el equipo local intentó imponerse desde el inicio, los avances carecieron de la contundencia necesaria para quebrar la defensa rival. Facundo Colidio y Matías Kranevitter fueron algunos de los que quedaron a punto de abrir el marcador, aunque sin éxito.

El arbitraje de Wilmar Roldán no pasó desapercibido, luego de que evitara una segunda amonestación para Lyanco, quien fue sustituido en el descanso por decisión de Gabriel Milito. Gallardo, en cambio, esperó al minuto 12 del segundo tiempo para enviar a la cancha a los juveniles Claudio Echeverri y Franco Mastantuono, quienes aportaron dinamismo y mayor profundidad al ataque. Poco después, el Monumental vivió momentos de tensión cuando un tiro de Gustavo Scarpa impactó en el travesaño y Franco Armani contuvo un segundo disparo de Deyverson en el rebote.

Con la entrada de Gonzalo "Pity" Martínez y el reemplazo de Miguel Borja, River intensificó la presión. Echeverri y el Pity crearon nuevas oportunidades, e incluso un gol de tiro libre de Martínez fue anulado porque el árbitro no había dado la orden. En los últimos minutos, una acción polémica en el área entre Battaglia y Maxi Meza fue revisada por el VAR sin otorgar el penal.

En los segundos finales, un remate de Meza desde afuera del área rozó el palo, evidenciando que la suerte tampoco acompañó al equipo de Gallardo. Así, en una noche donde las fuerzas y el fervor de los hinchas no fueron suficientes, River cerró su participación en esta edición de la Copa Libertadores, dejando en claro que, pese al esfuerzo y la esperanza, esta vez el milagro no llegó.