Se impuso 3-1 con los goles de Burdisso en contra, Licha López y Zaracho y volvió a despegarse de Defensa en la punta.

Racing visitó a Independiente en una nueva edición del clásico de Avellaneda con un objetivo claro: ganar para consolidar su sueño de quedarse con el título en la Superliga y lo consiguió. Es cierto que no brilló, pero fue contundente y se quedó con el partido por 3-1 con los goles de Guillermo Burdisso en contra, Licha López de penal y Matías Zaracho cuando el partido se moría. Fernando Gaibor lo empató transitoriamente.

El primer tiempo tuvo un claro dominio de la Academia en el tramo inicial, que avisó con un remate de Lisandro López que Martín Campaña desvió muy bien apenas comenzado y en la jugada siguiente logró la apertura del marcador con un cabezazo de Alejandro Donatti que se desvió en Guillermo Burdisso y terminó adentro.

Con el 1-0 se le generaron algunos espacios al equipo del Chacho Coudet, que no supo aprovecharlos para encaminar el encuentro desde temprano y empezó a ceder terreno.

El Rojo creció, empezó a encontrar espacios por los costados, con Gonzalo Verón y Cecilio Domínguez, y así fue arrinconando a uno de los líderes del torneo hasta llegar al empate en una jugada en la que el propio Verón, apenas adelantado en el arranque de la acción, metió un centro fuerte que Fernando Gaibor empujó casi abajo del arco. Antes de esa maniobra hubo un par de intervenciones muy buenas de Gabriel Arias para sostener su arco en cero, al menos un rato más.

En el complemento fue el equipo de Ariel Holan el que salió con otra intención y casi lo empata de entrada con un cabezazo de Burdisso que se fue muy cerca, aunque una avivada de Cvitanich sobre Franco apenas unos minutos después le permitió al visitante volver a ponerse en ventaja porque Pitana cobró penal y Licha López no falló para el 2-1.

Casi como en el primer tiempo, Racing se fue replegando y le dio oportunidades al Rojo, que perdió un gol increíble con Benítez y otro con Domínguez, que hizo todo bien para llegar hasta Arias pero tardó en definir y el arquero se la sacó de los pies.

Los técnicos movieron los bancos y el partido, que ya estaba desarmado, ganó en emotividad para llevar los últimos momentos a un ida y vuelta desprolijo en el que ambos equipos pudieron convertir. Campaña se la jugó en los segundos finales para buscar el empate, pero terminó desprotegiendo su arco y le costó caro porque Licha armó una jugada enorme y lo habilitó a Zaracho para que convierta el 3-1 final con el arco casi vacío.

Fue un triunfazo del puntero del torneo, que dio un paso enorme en su objetivo de quedarse con el título y le metió presión a Defensa, que deberá ganarle a Boca si quiere seguir peleando mano a mano.

Fuente: TNT Sports