CIUDAD
Multitudinaria misa en Mar del Plata para despedir al Papa Francisco
Martes 22 de Abril de 2025
Miles de fieles se reunieron en la Iglesia Catedral para elevar una oración por el eterno descanso del Sumo Pontífice. Jóvenes del Movimiento Juvenil Diocesano leyeron fragmentos de sus mensajes durante la celebración encabezada por el obispo Ernesto Giobando.
Miles de personas se congregaron en la tarde del lunes en la Iglesia Catedral de Mar del Plata para participar de una misa en memoria del Papa Francisco, quien falleció recientemente. La celebración fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Ernesto Giobando sj., quien mantuvo un vínculo personal con Jorge Bergoglio desde hace 50 años.
La ceremonia estuvo precedida por una emotiva iniciativa del Movimiento Juvenil Diocesano, que convocó a jóvenes para recordar los mensajes que el Papa dirigió a las nuevas generaciones a lo largo de su pontificado. Durante la misa, los participantes leyeron aquellas frases que más los impactaron.
En su homilía, Giobando destacó que “el Evangelio que se proclama hoy es precisamente el de la alegría, y eso pedimos en este día: que resuene en nuestro corazón esa alegría del Señor resucitado, que no es una alegría transitoria sino más profunda”. Y agregó: “Francisco no solo que en su primer documento nos habla de la alegría del Evangelio, sino que su vida fue como un testamento de esa alegría que transforma nuestras vidas y que brota del encuentro con Jesús”.
El obispo también rememoró su encuentro inicial con el entonces padre Bergoglio, cuando se presentó para ingresar a la Compañía de Jesús. “Francisco siempre ha sido Francisco, siempre igual a sí mismo desde que lo conocí hasta hoy que murió”, expresó conmovido. “Hoy toca despedir al Papa, que fue también un hermano y un amigo”.
Durante la reflexión, vinculó las lecturas bíblicas con la vida del Sumo Pontífice y afirmó que “si uno es fiel al Evangelio siempre vamos a estar complicados, y esto lo vivió Francisco durante su vida por querer defender a los que Jesús defiende, que son los más pobres entre los pobres”. En esa línea, subrayó que “la primera de las bienaventuranzas nos llama a vivir la pobreza de corazón, que implica ser desprendidos, generosos, humildes”.
Giobando también se refirió a las críticas que el Papa recibió durante su pontificado: “Francisco ha dado voz a los últimos de la tierra, y eso pudo haberle generado a muchos poderosos cierta provocación o incluso desprecio. Pero eso, lejos de ser ‘pobrismo’ como tantas veces escuchamos decir, es dar dignidad a los excluidos. Es Evangelio puro”.
Como cierre, evocó las palabras de Francisco al ser elegido Papa: “Cuando salió al balcón de la Basílica Vaticana aquella primera vez, pidió al pueblo de Roma y del mundo que lo bendiga. Y ayer, en la bendición de Pascua, nos dejó su bendición, que fue su último gesto: una bendición de padre con su mano débil, que guardaremos en nuestro corazón”.
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