Suele decirse que ante cada crisis siempre hay una nueva oportunidad. Por lo menos, así lo entendió un grupo de vendedores ambulantes de Mar del Plata que decidieron aprovechar el paro de inspectores municipales para ofrecer paseos en llama en pleno centro de la ciudad.

La ciudad vive bajo un clima de descontrol debido a la medida de fuerza llevada a cabo por los empleados municipales - retención de tareas - ante la falta de acuerdo por paritarias con el Ejecutivo. Mar del plata se encuentra paralizada en plena temporada, con personas que aprovecharon la ausencia de controles.

En este contexto de desidia y abandono, llamó la atención una situación que de lo insólito ya roza lo humorístico. Una llama - con la decoración característica del norte del país - y un pony eran utilizados por un grupo de personas que ofrecían paseos en los animales.

El hecho tuvo lugar a cincuenta metros de la Catedral de Mar del Plata y a tan solo una cuadra del Palacio Municipal. Tras una denuncia, ambos animales fueron secuestrados en pleno centro de la ciudad por personal del Gabinete de Prevención de Infantería.

La medida de fuerza de los empleados ya lleva 28 días y los efectos son notorios. No hay mantenimiento de los espacios públicos, se resintió la prestación de salud y están frenados los trámites y habilitaciones. Los controles de alcoholemia y nocturnos son mínimos.