
El argentino de Alpine completó un Gran Premio exigente, en el que llegó a estar cerca de los puntos pero terminó 17°. Su compañero Pierre Gasly fue 16°. Max Verstappen se llevó la victoria, seguido por Lando Norris y Oscar Piastri.
Franco Colapinto no tuvo el domingo que esperaba en Monza. El argentino finalizó 17° en el Gran Premio de Italia, 16ª fecha de la Fórmula 1, tras una carrera exigente y con pocas oportunidades para pelear en los puestos de vanguardia. Su compañero en Alpine, Pierre Gasly, culminó 16°, mientras que la victoria quedó en manos de Max Verstappen, escoltado por Lando Norris y Oscar Piastri.
El inicio fue movido tanto adelante como en el fondo del pelotón. Colapinto largó 16° por la deserción de Nico Hülkenberg, pero en la primera curva debió frenar para evitar un toque con Esteban Ocon y perdió una posición frente a Liam Lawson. Desde allí se mantuvo en el grupo del fondo, girando con ritmo parejo aunque sin demasiadas opciones de avanzar.
En la primera mitad de la carrera se mostró consistente, incluso llegó a estar 12° en la vuelta 28 gracias al juego de estrategias en boxes. Sin embargo, un bloqueo en la curva 1 le provocó un pinchazo en la vuelta 31. Pese a aguantar unas vueltas, debió ingresar a boxes en la 34ª para colocar neumáticos duros y cayó al 18° lugar.
Colapinto peleó mano a mano con Gasly durante buena parte de la prueba, hasta que el francés, con mejor ritmo y estrategia, logró superarlo en pista sin órdenes de equipo. Finalmente, el argentino cerró 17°, solo por delante de Lance Stroll.
Tras la bandera a cuadros, Colapinto se mostró autocrítico: “Una carrera muy larga, muy dura para nosotros. No teníamos ritmo y estuve muy solo durante la carrera. Estoy con un poco de bronca, hay que mejorar para la próxima. No pude hacer nada, una pena; fue bastante aburrida”.
Con este resultado, el piloto de Pilar sumó experiencia en uno de los circuitos históricos de la Fórmula 1, aunque sin poder acercarse a la zona de puntos. Alpine tampoco encontró respuestas en un fin de semana difícil, que volvió a exponer la falta de ritmo del equipo.


